AUTOR DEL BLOG

Mi nombre es Marcos... o Espinosa, como queráis llamarme.
El tema es que este blog nació para contar las experiencias vividas y por vivir (sobretodo por vivir) en la ciudad noruega de Trondheim, que es donde en el año 2010-2011 voy a pasar diez meses viviendo, admirando la naturaleza, estudiando, conociendo gente y echando de menos a los míos.
Este es mi nombre y este es mi blog... y todos sois bienvenidos, así que sin ningún reparo mandadme comentarios, preguntadme cosas...lo que queráis. Yo trataré de haceros creer que estáis aquí también, conmigo.

Un saludo y... nos vemos en el frío norte!
mdespinosa@gmail.com


Inter-Rail Norrbotten 2010 (Norte de Suecia) (Parte 3/3)


Bueno, esta es ya la tercera y última parte del viaje a Suecia Norte. Las primeras dos partes son:


Estamos ya en el día 12 de Noviembre, los días 10 y 11 los he estado pasando viajando hacia el Este y luego hacia el Norte de Suecia. Finalmente el día 11 por la noche tras bastante retraso llegué a Luleå, donde me esperaba Fran.

Como llegué tarde, y entre que deshacía un poco las cosas, cenábamos y eso, pues no hicimos nada esa noche.

Luleå es una ciudad más bien pequeña para los estándares españoles, aunque en Suecia, esa cantidad de habitantes (45.000) es todo un reto, y más aún con la cercanía al círculo polar ártico. Aun así, la sensación que tiene uno cuando está en esa ciudad es de que estás en medio de la estepa. O sea, la misma que tenía cuando el tren estaba parado en mitad de la nada. La ciudad, en lugar de estar toda concentrada, ser más paseable, ser más caliente, más "mona", pues eligieron un urbanismo atroz, empezaron a construir barrios a kilómetros de distancia al estilo sueco: mi casa bonitamente amueblada de ikea, mi jardín y mi garaje. Entonces, una ciudad así de pequeña se ha convertido en una masa de bosque en la que en los pequeños claros, hay grupos de casas salteadas e irregulares.

A todo esto, hay que sumarle que Luleå está en la desembocadura del río Lule (esto es muy típico en Escandinavia, Umeå la desembocadura del río Ume, Skellefteå, Piteå... incluso Trondheim, que el antiguo nombre era Nidaros, es la desembocadura del río Nid). Y al estar en la desembocadura, pues el paisaje es muy abierto, ya que el río es muy ancho y desemboca en una multitud de islas, parte de las cuales forman la ciudad de Luleå. Además, tiene dos lagos, cosa que aumenta aún más las distancias entre barrios y la sensación de vacío. Aún así, el centro es bastante reticular, como la mayoría de centros de escandinavia ya que por alguna extraña razón, todos se quemaron y se reconstruyeron en piedra hace más o menos un siglo.

Mapa del centro la ciudad de Luleå.


Bueno, después de esta introducción no quiero menospreciar la ciudad de Fran, sólo decir que es una ciudad que está en el quinto pino del mundo y que para los amantes de la naturaleza (como yo) pues es genial, pero hasta a mi me parece extrema, ya que el invierno es muy largo y me estoy dando cuenta incluso en Trondheim de que poco se puede disfrutar de la naturaleza en estas fechas.

Bueno, pues un sitio que tiene Luleå interesante es Gammelstad, que significa "ciudad vieja", y es un pueblecito, que no está en el centro de la ciudad moderna sino que está en las afueras muy afueras. Y es un pueblecito muy mono todo de casas rojas, pequeñas, formando calles radiales hacia el centro, donde se encontraba (y se encuentra) la antigua iglesia. Según me contó Fran, la gente del norte de Suecia, hasta hace poco, vivían todos en casas en el campo, con sus renos, sus animales, sus terrenos llenos de árboles, y cuando llegaba una fecha, todos se reunían en este lugar para celebrar algo, quizá reuniones importantes sobre la región, hacían fiestas para conocerse los unos a los otros y supongo que sería el típico lugar donde los jóvenes encontraban a su sueco o su sueca y se irían a vivir a otro terreno, construirían su propia cabaña y tendrían su propia tierra.

El mapa:


Gammelstad:


La iglesia:


Muy bonito y con un aire "medieval", que ya sé que esto en la edad media no tenía nada que ver con castillos y reinos, pero la sensación y distribución del pueblo te hace recordar imágenes de películas.

Después nos volvimos al centro y como ya se nos había abierto el apetito (en estos países se pasa mucha hambre!) pues nos fuimos a un lugar calentito y donde nos pudiéramos sentar para comernos unos ricos productos de nuestro mejor amigo del hombre después del perro: el cerdo.


Fran dándose cuenta de lo mucho que echa de menos el carrefour:


La gente nos miraba como diciendo "¿de donde habrán sacado esos tíos esas cosas tan suculentas?, mmm como huelen!" Los perros que teníamos detrás se estaban volviendo locos porque seguramente su nariz habría despertado del largo letargo invernal al oler nuestra comida, jejeje.

Después seguimos con la visita del centro de Luleå. La calle comercial, con el paseo en medio:


Hacia el otro sentido:

Estas fotos fueron tomadas a las tres y media de la tarde, para que veáis lo oscuro que está. Luleå está bastante más al norte que Trondheim y anochecía entonces una media hora antes. Ahora en Trondheim (a 13 de diciembre) anochece a las 3 de la tarde.

Como en Noruega el alcohol está carísimo, pues tenía que tomarme una cervecita sueca también allí con Fran, así que nos fuimos a un sitio que conocía: "Las Armas del Obispo" ¿a que sí eh, Fran? jajajaja.


Donde nos tomamos una Eriksberg y otra cosa que no me acuerdo. Bueno, y ya para terminar la visita turística, nos pasamos por la Catedral que era bastante imponente, y como las de estos países, muy bonita al terminar en punta el tejado de la torre.


Ya nos fuimos para casa, y esa noche conocí al resto de erasmus españoles y de otros sitios del mundo. La verdad que majísimos todos, además la universidad les ha cuidado muy bien y aunque un poco lejos, tienen unas casas tremendas de grandes, con salones increibles y zonas comunes para todos, para sentarse, cenar... muy bien organizado, no como en Trondheim que deben tener algún tipo de acuerdo con las inmobiliarias para sacarnos las coronas a los estudiantes. Y mirad que pequeño es el mundo que me encontré allí a una chica que es de mi barrio de Logroño... si es que... ya hasta Europa es un pañuelo.

Paseamos por la parte del puerto antiguo, donde ya estaba el mar helado, y tomé esta fotografía que es de las más bonitas que he hecho. Se puede ampliar. Observad las tonalidades del cielo, decidme o no si la sensación es la de otro planeta.



A la mañana siguiente (día 13 de Noviembre) desde la ventana de la habitación, esto es lo que se ve:


Ese día nos dedicamos a ir a ver la universidad (perdona Fran pero tengo que decirlo) que era diminuta, 5 o 6 edificios de una sola planta, con un paseo principal y distribuidas a ambos lados.


Joe, ese día hacía frío. Entonces, en Trondheim solia hacer unos 5 bajo cero y los 10 bajo cero de este pueblo se me metía en los huesos. Pero eso ya está superado con el Noviembre que hemos tenido jejejeje. Por la tarde poco más, el anfitrión me preparó una comida caliente rica y esa misma tarde me marché en mi largo peregrinaje al sur.

Muchas gracias por todo, Fran.

Mi tren de vuelta, sentido Estocolmo.


Pues iba prácticamente vacío, en mi vagón íbamos 4 personas. Me saqué unos panecillos, una lata de atún en aceite de oliva (que era portugués el atún, eh, no os penséis) y me puse ahí a comer... inundando de aceite todo el ambiente... mmmm.

Y cual es mi sorpresa que al cabo de 30 minutos, veo aparecer a 4 rostros conocidos, 3 chicos y 1 chica que había conocido la noche anterior en la fiesta, los de San Sebastián. Y resulta que iban a Estocolmo a ver a unos colegas. Así que compartíamos tren hasta que yo me bajara a las 4 de la mañana. Me vinieron genial, nos fuimos al vagón cafetería a echar unas partidas a las cartas y a tomar unos tés y cafés hasta que nos dijeron que iban a cerrar el vagón. Después, como en mi sitio no estábamos muchos, pues nos quedamos allí tomando unas cervezas con patatas que tenían ellos de provisiones, y ya a eso de las 2 de la mañana, se fueron hacia sus vagones-cama-habitáculo-zulo-con-literas y yo me quedé en mi sitio, eran dos horitas nada más, y no sabía qeu hacer, si dormirme o no. Finalmente me dormí pero solo un rato.

En mi plan se suponía que iba a bajarme en Bräcke (aaaarrrhhhgggggg) pero ni loco volvía a pisar ese pueblo, así que me bajé más tarde, en Ånge. Que aunque luego tuviera que pasar otra vez por el otro, no quería volver a estar allí. Y bueno, este otro.... pues estaba mejor, pero a las 4 de la mañana qué te podías esperar... 1 chica con atuendos de esquí y otra señora. Los tres en la sala de espera con un banco para cada uno. Esta estación por lo menos tenía baño.

Y nada, el tren... se retrasó ¿cómo no? y estuvimos ahí un poco más de lo debido. Finalmente el tren que venía de Sundsvall pasó por este pueblo y me llevó directamente a mi siguiente destino: Østersund.

Pero es que ya al llegar a Østersund estaba tan sumamente cansado de tanto viaje en tren, dormir en el colchoncillo que tenía Fran... que pasé de la ciudad al ver el tren que llevaba a Trondheim aparcado justo en la misma vía... y no me lo pensé dos veces. Aunque tenía el billete para 16 horas después, me monté y le dije al trenero que si podía usarlo y me dijo que suponía que si, pero que eso era para la parte noruega, en la sueca no tenía ningún problema por tener el interrail, así que que me monté y listo. Más tarde no hubo problema ninguno y finalmente llegué a casa el domingo 14 de Noviembre por la mañana. Más bien que bien.

Otra imagen del recorrido:


El viaje fue una experiencia fantástica, porque fue algo que surgió de pronto, pero era el resultado de muchos deseos que había tenido hasta entonces, el viajar en tren y dormir en él, el ver lugares que realmente no tienen mucho atractivo para otras personas, pero para mi, el hecho de no ser un sitio especial, también me llama, porque soy de los pocos que lo han visto. Y la posibilidad de unir todo en un inter-rail y ver a Fran. La verdad que fue magnífico.

Al final me sobró un dia de interrail que podría haberlo usado para ir a suecia algún día, ya que tenía un mes, pero con esto de los exámenes y el frío que hizo después, pues no me llamó la idea.

La siguiente experiencia trenera espero que sea el viaje por el Sur de suecia con mi compañera de piso, con Caitlin, con los rusos, etc. Y si es posible, ir a ver a otro compañero que está en una ciudad de allí: Linköping. Pero eso ya en el segundo cuatrimestre. Hasta entonces, aún quedan muchas cosas por vivir.

Un saludo a todos
Hasta otra.
Marcos

Inter-Rail Norrbotten 2010 (Norte de Suecia) (Parte 2/3)



Bueno, voy a intentar acordarme de esto porque si lo dejo ya pasar mucho más tiempo no me voy a acordar.

Nos quedamos en que finalmente el día 10 de Noviembre de 2010 a las 00:15 tras tantas horas tirado en la estación de mala muerte de Bräcke con otros 4 jóvenes y 2 perros que olían mis cortezas de queso de la basura y se volvían locos, por fin llegó el tren nocturno que va desde Estocolmo a Kiruna, una friolera de 1250 km de trayecto, de los cuales yo hacía dos terceras partes.

Se suponía que iba a llegar a Kiruna a las 9:21 de la mañana del día 11, pero claro, como había llegado el tren con una hora y media de retraso, pues seguramente llegaríamos más tarde.

Lo que recuerdo del viaje es que como estaba cansadísimo, me tumbé en los asientos, me puse un pañuelo-braga en la cabeza para taparme los ojos de la luz y me quedé frito. A la mañana siguiente me fui despertando poco a poco por el movimiento de la gente pasando por el pasillo, dirigiéndose al vagón cafetería.

Miré por la ventana, y durante una hora...


...dos horas...


... tres horas...


... es lo que se veía. La estepa lapona. Cientos de kilómetros cuadrados de abetos y otros árboles de hoja caduca, salpicados de lagos helados (donde no hay árboles) y una ausencia total de elevaciones en el terreno: un lugar insólito.

Voy saliendo poco a poco de mi estado de somnolencia y aprovecho para hacer la foto al vagón por dentro para acordarme de cómo era, como veis, son asientos muy anchos y muy majos. Tanto aquí en Noruega como en Suecia, los asientos de los trenes no suelen cambiarse de sentido como los regionales españoles, los asientos o están en "sentido ida" o "en contra".


Después, nos paramos en medio de la blanca estepa y comentaron algo por megafonía. Yo dije: "jeje, estos suecos, avisan de cualquier cosa por el altavoz y no la dicen en inglés. Bah, nos habremos parado para dejar pasar a otro tren que hiciera el camino inverso".

Para despejarme del todo, me fui a tomarme un chocolatito caliente. Que cuál fue mi sorpresa, me salió gratis.

Como no avanzábamos, pues me puse a desayunar y a leerme el libro que me había llevado: Pandora's Star, de Peter Hamilton. Es una novela de ciencia ficción ambientada en un sistema solar 250 años en el futuro en el que se ha descubierto como abrir agujeros de gusano y la humanidad se ha extendido por varias centenas de mundos, todos bajo un único gobierno llamado la Intersolar Commonwealth.

Y eso, pues tras 1 hora parados me empezó a extrañar la cosa, empecé a mirar compulsivamente pro la ventana, miraba las caras de la gente a ver qué caras ponían (vete a saber), miraba a la japonesa que tenía al lado, y estaba dormida... todo muy sospechoso. Seguí leyendo a ver que pasaba con la nueva estación del planeta Far Away.

Pasaron dos horas y esto ya no era normal, justo hablaron otra vez por megafonía y nos miramos la japonesa y yo diciendo: "¿?¿?¿" ¿Do you understand swedish? No, sorry :) jejeje. El caso es que me levanté a por otro hot chocolat gratis.... pero esta vez cambié de opinión y me cogí un té. Ya de paso, le pregunté a la camarera que por qué estaba el vagón parado. "¿No lo sabes?" me contesta. Y yo... "no, no entiendo sueco"... y dice: "ah, bueno, te cuento: ha habido un problema, se ha caído el tendido eléctrico !!! y estaban reparándolo...

¡¡El tendido eléctrico!! ¿pero como puede ocurrir eso? Yo me imaginaba el tendido eléctrico caído sobre las vías, todo echando chispas... uff. Qué mal rollo. Yo ya estaba pensando en que si ya llevábamos 1 hora y media de retraso, ahora con las 2 más que estábamos parados, pues no me iban a poder cuadrar los horarios, porque sólo disponía de 4 horas en Kiruna.

Yo con mi GPS me doy cuenta de que estábamos a pocos kilómetros de Gällivare, y que ya habíamos pasado el Círculo Polar Ártico (y yo sin darme cuenta!!!).

3 horas parados.

Por fin el tren se pone a andar y en poco menos de una hora llegamos a una parada que anunciaron por megafonía, la japonesa de al lado se había metido en sus treinta capas de ropa y se había ido a la puerta para bajar.

Era la estación de Gällivare, otro lugar donde pensaba ir, pero a la vuelta de Kiruna, y con el retraso que llevábamos iba a tener que prescindir del sitio, dedicarle el tiempo a Kiruna y luego coger otro tren más tarde pero sin parar en Gällivare, sino yendo directamente a Luleå.

La japonesa vuelve otra vez y se quita la ropa, yo me río y le digo que si pensaba que era Kiruna, y dice... si jejejeje. Claro, como íbamos a llegar a las 9.21... y eran ya la 13 del mediodía... pues claro.

Ya con esa rotura de hielo pues nos pusimos a hablar, resulta que no era japonesa sino malaya (de Malasia) y que estudiaba en Leicester, y que se dirigía sola (otra que viajaba sola) al norte de Kiruna, a un pueblo que está casi en la frontera con Noruega, un pueblo llamado Abisko, centro de la Gran Reserva Natural del Parque Nacional de Abisko. Grandes montañas y lugar idóneo para senderismo, kayak, montañismo... y avistamiento de Auroras Boreales, que es lo que iba a cazar esta chica.

Tuvimos un intercambio cultural, ella me dio un botecillo de esos de echar agua caliente y se convierte en sopa con sabores asiáticos y picantes, y yo le dí un envasado al vacío de lomo. Me pareció un detalle muy bonito y yo tenía más lomo, así que no importaba. Luego va y me entero que en malasia son mayoría musulmana y que aunque ella no lo practicaba, su familia si... entonces... ví el lomo y me imaginé el cerdo... bueno. Espero que se lo haya podido comer y no lo haya tirado por ser impuro.

Bueno pues finalmente llegamos a Kiruna a las dos y algo de la tarde, por supuesto de noche, noche cerrada.

Es curioso porque llegué más tarde que la hora a la que tenía que haberme ido de allí, y como sólo hay una vía de tren, pues ese tren finalmente no salió, así que mi plan entonces era irme a las 5.30, tenía 3 horas y media en esa ciudad perdida del mundo: Kiruna, la capital sueca del pueblo Sami.

La gente de Kiruna (y de Gällivare) se gana la vida de 4 formas:
  1. O son samis y viven "a lo sami", del pastoreo de renos.
  2. O viven del turismo sami
  3. O trabajan en las minas
Kiruna es la mina de hierro más grande del mundo. Y es a cielo abierto, es increíble la cantidad de gente de todas las razas que me encontré en esa ciudad, no había ni un sólo sueco típico, estaba lleno de africanos, orientales, árabes... de todos los sitios. Y allí, en esa ciudad perdida, por encima del círculo polar, a diecitantos grados bajo cero y trabajando en las minas. Increíble.

Me dieron un mapa de la ciudad y cogí mi mochila y me dirigí hacia el centro, intentando hacerme paso por montañas de nieve de tres metros de altura.

Mapa de Kiruna:


Tenía poco tiempo, así que había que ir rápido. Me perdí un poco porque a esas latitudes no controlas muy bien las direcciones, ya que todo es blanco y negro, ya no hay colores, ya no hay tonalidades que te te digan que eso es una curva o una cuesta, cuando es todo blanco es como una carencia de información, te sientes torpe, como si no supieras orientarte.

Una de las calles de Kiruna:


Por fin eso era el centro (la parte alta del pueblo) y allí estaba... todo, o sea, todo lo que podríamos llamar ciudad, los edificios altos al estilo colmena rusa, las 5 tiendas, contando el hotel... todo. Y la oficina de turismo donde pedí otro mapa y mandé una postal. Me dijeron que tenía que ver el ayuntamiento, la iglesia y que no había nada más que ver. Y yo todo obediente:

El ayuntamiento de Kiruna, me dijo algo de él, algo del reloj, o que era importante por algo, pero no recuerdo qué. Me recuerda al de Oslo.


Es muy curioso, porque a pesar de ser de noche, el cielo brilla con una tonalidad roja, y es por el reflejo de las luces en la inmensidad de la masa blanca de nieve. Por esa abrumadora cantidad de fotones en todas las direcciones, y por el frío es porque la cámara no hace bien las fotos.

Aquí la famosa iglesia de Kiruna, símbolo de la ciudad, y hay típicas fotos en las que en un momento del año, el sol se pone o sale a través de las vidrieras.


Cuesta subir la rampa, gracias a que tengo mi superpinchos antiresbalo que si no...


También hay que mencionar que la universidad de Kiruna es famosa por lo vinculada que está al programa espacial, hay un campus para ello. He aquí un monumento-cohete.


Me chocó mucho por allí que todos, todos, todos los coches tienen los faros antiniebla, y además, según me explicó Fran al día siguiente, lo que yo pensaba que eran parkímetros, eran realmente puntos de conexión eléctricos para aparcar tu coche y mediante esa corriente, mantenía el calor el motor y no se congelaba el combustible.


Increíble lo de los coches a estas latitudes del mundo también, eh. El hecho de derrapar y patinar es una constante más a tener en cuenta al conducir. En otros sitios sería un caos.

Bueno, pues entré en una tienda Sami, en donde vendían de todo tipo de cosas fabricadas por estos nómadas, cuchillos, abrigos, pieles, alfombras, utensilios para guardar otras cosas, postales, juguetes sami, banderas, jerseis típicos de lana... etc etc. Muy grande y muy bonita.

He aquí la bandera sami, común al mismo pueblo sami, que está dividido en cuatro países: Noruega (capital: Kautokeino), Suecia (capital: Kiruna), Finlandia (capital: Ivalo), Rusia (capital: Múrmask).


Tiene colores de los cuatro países. Ahí me compré un escudo de esos de coser en la ropa, de recuerdo. Era el escudo de la comuna de Kiruna y era un hombre con el típico traje sami.

Después de esto me fui pitando al tren, pero cual es mi sorpresa, que por megafonía dicen otra cosa, y veo a gente saliendo del tren... ¿otra vez? qué pasa aqui? y me explica uno que el tren partiría 2 horas más tarde!!! pues nada, mochila a la espalda y otra vez al centro, a cenar rícamente probando un suculento kebab en plato, con patatas (ahhh, la caaaarneee.... )

Unas cuantas fotos del centro, again:


El paseo principal de la ciudad, impenetrable:


De vuelta a la estación del tren, bajando la ladera del montículo.


Y por fin, llegando a la estación, una última foto:


Fijáos en el aspecto de esta última foto, no en mi, sino en la estación. ¿No os da un aire a sitio totalmente perdido de la tundra siberiana? Pues esa sensación de estar en el límite del mundo es la que se siente allí.

Andén de la Estación Central de Kiruna, y mi tren:


Finalmente me metí en mi coche, el que me llevaba a Luleå:


Una vez dentro, ya por fin nos pusimos en marcha a la ciudad de Fran, y cuando pasó el revisor, pues yo tenía una duda. Como ya sabéis, con el billete de interrail, está prohibido subirte a un tren si no pones ANTES la fecha, ocupando/gastando uno de tus días del vale. Pero claro, también hay otra regla que es que si sales más tarde de las 7 P.M., pues puedes poner como que esa fecha es el día siguiente. ¿Qué pasaba? pues que habíamos salido más tarde de las 7 porque se había retrasado pero la hora de partida era entes, total, que no apunté nada porque se lo iba a explicar, a ver si podía apuntar el día siguiente.

Vino el revisor, y yo le enseñé primero el billete de la reserva del tren, claro que, como yo lo tenía planeado, ese tren, en lugar de cogerlo en Kiruna, lo cogía más adelante, en Gällivare, entonces me miró como diciendo: Pero este billete es sólo la mitad del trayecto, y es cuando le fui a enseñar el pase de interrail para preguntarle eso. Él lo vio, y dijo, ahh , vale vale... y se fue.

¿Qué ha pasado? que pagué 3€ por el tren, sólo la reserva, porque ese día de interrail no lo contabilicé al final. Menudo canguelo pasé cuando cambiaron el revisor y el nuevo iba pidiendo los billetes. Ahí si que se me hubiera caído la cara si me dice ¡has estado viajando sin billete!... pero puse cara de dormido y de "otra vez el revisor??" y pasó de largo. Yo con el corazón palpitándome a tope, jejeje.

Y ese fue el final del día trenero:


Como veis en la foto, me monté en Kiruna y recorriendo la vía del ferrocarril que diariamente viajaban los trozos de hierro desde la mina hasta la Acería que se encuentra en Luleå, y posteriormente se cargaba en los barcos para la exportación mundial.

Llegué a Luleå y ahí estaba mi buen anfitrión amigo Fran, esperándome, a pesar de los retrasos que había tenido el tren y de lo lejos que le pillaba la estación. Gracias, Fran!

Nos fuimos andando hasta su barrio, que estaba lejísimos, pasando por dos lagos helados. Aquí se notaba la arquitectura del fin del mundo: "No space problems, the whole land is ours".

Y eso es todo por hoy, en la siguiente entrega os contaré este pueblo y la vuelta a mi Noruega bonita.

Un saludo a todos
Marcos


Inter-Rail Norrbotten 2010 (Norte de Suecia) (Parte 1/3)


Hola de nuevo!

Tras unas pequeñas vacaciones en el blog, vuelvo con más aventuras nórdicas. Este post va a ser de los largos, yo aviso. También está dedicado a aquellos a los que os gusten los ferrocarriles, y más especialmente los ferrocarriles a la antigua usanza, con decenas de vagones y aspecto Segunda Guerra Mundial. Lo malo es que el frio hace que las fotos no salgan bien.

Bueno, el origen de este viaje ya lo tengo olvidado en la noche de los tiempos, jejeje, pero fue básicamente que estaba metido en un viaje a Tromsø con varios españoles de aquí y el día de antes de comprar los billetes me eché atrás porque me parecía mucho dinero y porque iban a querer hacer actividades que yo ya tengo reservadas y pagadas para nochevieja con mis padres. Así que me planteé la posibilidad de ir a visitar a un amigo de la Universidad de Zaragoza que está de Erasmus en el norte de Suecia, en un sitio perdido del mundo (más al norte que yo) llamado: Luleå.

Así que, como quería hacer un viaje sin mirar vuelos y me apetecía coger el tren, directamente sin mirar los precios de los billetes normales hasta allí, me dirigí a la página de Inter-Rail y me compré un billete de 3 días para Suecia (112€ al cambio). Y también me compré los billetes desde Trondheim a la frontera sueca ida y vuelta. Con este pase podía circular por suecia durante 3 días y coger todos los trenes que quisiera. Si hubiera habido un pase de 2 días lo hubiera cogido, pero el mínimo era de 3 y aún así salía más barato que cogerte los correspondientes trenes, así que me decidí por ir.

Como tenía tiempo de sobra y había que amortizar el billete, planee una ruta no apta para gente tranquila: visitaría 5 ciudades dándole un tiempo a cada ciudad mínimo de 2horas y máximo de 4h y media. Gastaría los dos primeros días del vale para viajar e ir subiendo poco a poco y el tercer día para la vuelta de un sólo tirón. Con dos días en medio para disfrutar de Luleå con mi amigo Fran.

Este era el plan con escandinavia mas o menos en ese estado (¡aconsejo agrandar, pincha en la imagen!)


En un principio mi plan era coger 9 trenes en total, pero luego se truncaron planes, ya os voy a ir contando. Aquí está la "Hoja de Ruta" en la que pone los trenes que tenía pensado coger, las horas de partida y llegada, el tiempo que tenía en cada tren y en cada ciudad. Como podéis ver, me lo curré bastante, porque no podía permitirme el perder ningún tren, ya que tenía todo justito y los nocturnos en dirección Norte sólo había una vez al día.


Antes de nada, tengo que aclarar un poco las reglas de Inter-Rail:
  1. Si marcas en el billete que vas a viajar hoy, entonces "hoy" puedes coger el número de trenes que quieras
  2. Antes de montar en el tren tienes que tener marcado el día, sino es como si no tuvieras billete
  3. Los trenes nocturnos hay que reservarlos (online y pagar una ínfima cantidad: 3,5€)
  4. La regla de las 7 PM: si te montas en un tren más tarde de esa hora, lo puedes contabilizar como que en realidad es el día siguiente. (Por eso yo viajo 4 días pero me cuentan como 3, los 3 días con asterisco)
  5. El viaje tiene que terminar antes de las 24.00 h del último día de tu billete Inter-Rail

Eso es la teoría, ya os voy a contar qué pasó:



Día 10 Noviembre de 2010 (Día 1 de Inter-Rail)
Trondheim-Østersund-Bräcke-Sundsvall-Bräcke


Había que levantarse pronto para aprovechar y moverme durante todo el día, así que estaba prontito en la estación de Trondheim para coger el tren a Østersund (suecia) a las 7.50.


Como veis, la estación estaba toda nevada, y eché unas fotitos para hacer tiempo, aunque el sacar la mano del guante para hacerlas, a estas latitudes es todo un sacrificio.

Por el otro lado, un tren que iba a Bodø, creo recordar. Aqui los trenes por fuera son muy antiguos y muy bonitos.


Que no os engañen cuando os cuenten cosas sobre los trenes de Noruega: Aunque veáis catenaria, sólo la usan los Trenes que van hacia el sur, hacia Oslo. Desde Trondheim se puede ir en 3 direcciones: Oslo al sur, Østersund al Este y Bodø al Norte: solo hay catenaria en la direccion a Oslo, las otras dos son trenes diesel. Cosa que antes a mi me decía alguien que un tren era diesel y me lo imaginaba echando humo, el tren de color negro y con la gente a rebosar por las ventanillas. Noruega me ha hecho ver que no es tan disparatado un tren diesel (y menos para ellos que tienen petróleo) y me parece algo mágico el cómo llega un tren a una estación que no tiene catenaria. Observad el interior:


Pasamos por un pueblo cercano a Trondheim donde se divide la línea que va al aeropuerto y a Bodø de la linea de Østersund: Un lugar llamado Infierno (Hell)


Un poco mas adelante me dormí y lo siguiente que vi era justo el pueblo fronterizo: Storlien, donde el conductor y revisor noruego se intercambiaron por unos suecos que realizaban el trayecto Østersund-Storlien en sentido contrario:


Un poco más adelante se encuentra Åre, pueblo famoso en el centro de Escandinavia por tener un gran número de pistas de ski y muchísimo alojamiento para el turismo de invierno. Unas casas preciosas, ahí me empecé a dar cuenta de que la arquitectura cambiaba, las casas de los pueblos eran más bonitas que las noruegas pero las del campo eran muy similares y peores que las noruegas, como menos antiguas y más de imitación a un estilo que un estilo propio.


Por aquí una auténtica parada sueca:


Una vez en Østersund (que tiene dos paradas de tren, no confundirse, hay que ir a la segunda, que es la Central), el tren para y en la misma via un poco mas adelante puedes coger el otro tren que te lleva a Estocolmo, pero yo me bajaría antes.

Este tren lo gestiona Veolia, una compañía privada en lugar de SJ, los trenes Suecos. Es como si no estuviera unificado el sistema, no lo sé muy bien.

El interior de estos otros trenes:


La siguiente parada era Sundsvall, una ciudad bastante grande junto al mar báltico. Como vais a ver en el mapa, tiene una trama reticular poco propia de los países escandinavos, más propicios a seguir los senderos de la naturaleza y hacer calles irregulares y con desniveles. El porqué de este asunto es porque en 1888 la ciudad, que era completamente de madera se incendió (la leyenda dice que fue un dragón) y se destruyó por completo, salvo el edificio que ahora es el Casino, ya que estaba separado por un terraplén. Como consecuencia, trajeron arquitectos e ingenieros del sur de Suecia, de Estocolmo y la reconstruyeron en piedra de mampostería creando esta trama reticular con anchas calles para evitar los incendios. (Misma historia que Trondheim, no aprenderán...)

La ciudad:


Bajada del tren. El tren por fuera, como veis esto ya es otra cosa, con catenaria, tren moderno, etc. Pero nada que envidiar a los preciosos trenes noruegos.


Vista de las amplias avenidas con edificios de mampostería del centro de Sundsvall:


Con la catedral de Gustav Adolf al fondo:


Por dentro:


La calle de los comercios de la ciudad, ya adornada para Navidad.


Y por fin, la plaza central (pinchad para ver más grande)


Tras otra vuelta por los alrededores, entrar a la oficina de información y turismo que está en la misma plaza, y ver unas calles más, ya había visto todo Sundsvall, que estas ciudades se ven enseguida porque tienen un centro y miles de barrios de casas familiares.

El río antes de desembocar, helado:


El casino Cosmopol, que es la construcción de madera más antigua de la ciudad, ya que se salvó del fuego hace 122 años:


Y por fin, vuelta a la estación ya que cogía el siguiente tren. Ya era de noche y no tenía nada más que hacer en la ciudad. Panorámica de la playa de vías y la estación, preciosa y toda nevada. ¿No os recuerda a la Segunda Guerra Mundial, a la Alemania Nazi y os vuela la imaginación hasta el frío Este de Europa? Pues seguimos aquí, en Suecia:


Este viaje duró poquito, porque este tren va muy rápido, y mi siguiente destino era Bräcke, un sitio que sabía que iba a haber poco, pero que tenía que coger ahí el tren nocturno que va desde Estocolmo, al sur, hasta Kiruna, al norte.

El tren que había cogido, yéndose antes de quedarme abandonado en ese horrible pueblo:


Cinco horas. Cinco horas para un pueblo que no es más que un cruce de caminos ferroviarios. Dije: yo aquí me meto en un bar y me tomo una cerveza rica sueca hasta que venga el tren a las 11 de la noche.

Buscando un bar:


Buscando... algo abierto:


Nadie. ¡¡No había nadie!! Menos mal que había un restaurante italiano, que pasé 4 veces de largo porque me negaba a entrar, pero al final al no haber alternativas, entré, y cerraban a las 8 de la tarde. Me clavaron 50 coronas suecas (unos 5€) por una cerveza Norrlands Guld que me supo riquísima, tantos días sin tomar beer y encima habiendo probado las noruegas que son malas malas malas.


Después de eso, cuando ya cerraron, a las 8 de la tarde... o más bien de la noche, ya que era noche cerrada, no había ni un alma en la calle, ni en la vía ni en la estación... nadie. Y el nocturno a Kiruna salía a las 11, conclusión: 3 horas en "la sala de espera" de la estación.

No problem: saco mis panecillos, mi chorizo, mi queso y más delicatessen españolas y me hice un bocadillo mientras me relajaba escuchando música. A la hora o así ya empezaba a tenera compañía y al final estuvimos 5 jóvenes y 2 perros. En las pantallas nos decían que el tren tenía retraso, pero que cada vez que mirabas se retrasaba 15 minutos más... total, que entre sueñecitos y siestas que me pegué, a las 12 y cuarto cogimos el tren a Kiruna. Muerto ya de sueño y con ganas de pillar algo caliente y mullido para reclinarme y dormir.

Ese tren nocturno es una maravilla. (Hay que reservar, recordad!) y una vez dentro, me puse la ropa cómoda, pies en el asiento opuesto y a dormir unas cuantas horas. Iba bastante vacío, serían unos 5 o 6 vagones tremendos más luego el vagón cafetería, y en mi vagón estábamos 4 personas en total.

Eso es todo por el primer día. Al amanecer siguiente es cuando empezaron las cosas surrealistas.

Pero eso ya en otro post que sino es ilegible.

Un saludo a todos
Marcos